Una pérgola en el jardín

A raíz del éxito que tuve con el toldo en el bar, decidí colocar también una pérgola en el jardín para poder disfrutar de las tardes de verano con mis amigos.

El fin de semana pasado invité a varios amigos y pudimos pasar muchas horas juntos, pese a que cada tanto se largaba una leve llovizna.

Lo bueno es que además la pérgola tiene un diseño estético muy bello, que armoniza muy bien con el jardín de casa. No es como el toldo de un kiosko, tiene rayitas amarillas y blancas finitas y queda fantástico.

La clave del éxito

Cuando abrimos el bar con Carla, pensamos con  mucho cuidado la decoración interna, pero nunca imaginamos que, en realidad, la clave del éxito fue poner un toldo para que los clientes se sentaran a tomar  café, almorzar o cenar en la vereda. El 80 por ciento de la facturación pasa por ahí.

Claro, con el calorcito del verano, la mayoría de los clientes prefiere sentarse afuera. Suerte que mi mujer se dio cuenta del tema y me hizo poner el toldo extensible. Debo reconocerle que fue una gran idea y gracias a Dios no me lo echa en cara todo el día.

Ahora estoy pensando que para el invierno tengo que poner unas cortinas para cerrar el toldo. De esa manera, aprovecharía el espacio dentro del restaurante y también la vereda. Quizás así pueda duplicar el dinero que hice este verano.

Compra de toldos

Luego de ahorrar durante varios años con mi mujer, decidimos abrir un bar en el barrio. Era como un sueño hecho realidad, después de tanto trabajo y sacrificio pudimos un proyecto propio, empezaríamos a depender solamente de nosotros y de nuestro esfuerzo. Pero para eso debíamos hacerle un par de reformas al local.

El lugar que compramos estaba en una muy buena ubicación, pero para hacerlo más funcional decidimos redistribuir los espacios. Tiramos una que otra pared para construir los hambientes, la cocina, etc. Nos fijamos un sitio web en en donde comprar toldos, pergolas, lonas y canalones en España , para así ponerle algo distinto al lugar.

Nos terminamos por decidir en poner unos toldos extensibles, así aprovecharíamos lo mejor del sol, y cuando éste moleste o llueva, podamos poner el lugar bajo techo. Después de eso solo nos quedó ponernos en contacto con los distribuidores de bebidas y comidas, y contratar un par de personas para trabajar allí.